"BARNABITAS ESPAÑA"


TODO COMENZÓ ASÍ... 25 AÑOS ENSEÑANDO

11 Diciembre 1971 - 11 Diciembre 1996

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Todo comenzó así...

Aunque celebramos el  XXV Aniversario de la construcción e inauguración de nuestro templo, creemos que es necesario recordar el período que le precedió.

P. Luis OrigliaEl 25 de febrero de 1966 los religiosos Barnabitas se enteran de que en Madrid se necesitaban doscientas nuevas parroquias.

Hacía tiempo que la Congregación deseaba una pri­mera casa de expansión en España y concretamente en Madrid.

El 20 de marzo de 1967, el Vicario General de la Diócesis de Madrid ofrecía a los Barnabitas la posibilidad en una urbanización en el Km. 8 de la carretera de Extremadura.

El 6 de abril de 1967 se acepta el nuevo lugar de la futura parroquia y nominalmente como de San Antonio Mª Zaccaría.

El 24 de marzo de 1968 pasará a la historia como el día del nacimiento de nuestra parroquia.

Los PP. Barnabitas tenían su vivienda en el bloque nº 13, portal 68 bajo A, de la Calle Fray José de Cerdeiriña. Disponían del salón de estar como despacho parroquial. Esto hacía que una romería de feligreses estuviera pasando todo el día por ese "despacho" para presentar sus necesidades y ofrecer su colaboración.

Todo lo que anteriormente hemos contado, se consiguió gracias al esfuerzo y el tesón, la fe y al gran coraje de nuestro querido padre Luis Origlia. Reuniones, viajes, gestiones y algún que otro disgusto, tuvieron como fruto la obtención del documento oficial de fundación de la parro­quia de manos de Monseñor Casimiro Morcillo.

Nuestra querida chabola

No podemos dejar de reseñar como anécdota, que en el Arzobispado hubo un "pequeño despiste". Los Barnabitas en un principio debían ir al poblado de Santo Domingo, lindante con el Gran San Blas. Pero se confundieron con los padres Servitas ofreciéndoles la citada parroquia y brindando así la oportunidad a los nuestros para venir a la carretera de Extremadura.

El 28 de marzo de 1968, la parroquia recibió al padre Carlos Musazzi, que llegado desde Argentina, se incorporaba como primer párroco. En esta fecha, se celebró la primera Santa Misa en una pequeña chabola (así la llamábamos cariñosamente) humilde y pobre, construida y obsequiada por

D. Luis Tirador Posada de la empresa constructora Jostir. Media doce metros de largo por ocho de ancho y nos parecía una catedral.

Pero era insuficiente para la cantidad de feligreses que nos agolpába­mos a la hora de las celebraciones, especialmente en la última Misa de la mañana. Además, tanto el frío como la lluvia o el calor se hacían sentir y se sufrían dentro y alrededor de nuestra "chabola", pero la gente la queríamos y soportábamos estoicamente y con amor las incómodas incle­mencias del tiempo.

Y así durante cuatro años, hasta que se pudo llegar a construir el nuevo templo.

XXV años caminando

El día 11 de diciembre de 1971, vinieron de Palencia a Madrid siete padres Barnabitas. Todos estaban muy contentos de la obra en España. La T.V., en ese día, presentó nuestro nuevo templo, con la intervención del padre Luis Origlia y el arquitecto Sr. Lapayesse.

El día 12 de diciembre de 1971, nuestra caravana parroquial, recordando con cariño a nuestra agrade­cida "chabola", dirigía sus pasos a un nuevo edificio.


Comuniones 1979

La colonia de Santa Margarita había ya termina-do la construcción de sus bloques. En cambio el Parque Europa estaba en plena construcción. Los padres Luis Origlia y Carlos Musazzi tuvieron una entrevista con Monseñor Casimiro Morcillo, para exponerle la acuciante necesidad de una iglesia parroquial, ante el rápido crecimiento de los dos barrios. Así, a través del Arzobispado de Madrid, se dio vía libre para la construcción del nuevo templo, "La Casa de Dios y de su Pueblo". Lástima que D. Casimiro no pudo inaugurar ni consagrar la nueva iglesia. La última vez que habló con el padre Carlos le dijo: "Terminad pronto la construcción de vuestra iglesia, me queda poco tiempo". Y así fue, falleció poco antes de terminar la obra.

El terreno reservado para la parroquia, tenía forma trapezoidal. La ubicación era sin duda el cen­tro entre Parque Europa y Santa Margarita.

Los trabajos de construcción empezaron con la remoción de la tierra y las excavaciones para los cimientos y el gran salón debajo de la iglesia. Diver­gencias surgidas en la obra, llevaron al cese de la misma por la empresa constructora Jostir, y fue con­fiada al arquitecto Ferdinando Lapayesse.

Suficientemente amplia (530 m2), funcional, sir lujos pero acogedora y bella. El nuevo templo ofrecía además de comodidad, la impresión de emprender el vuelo, pues, en efecto, tiene una estructura de avión, que con grandes y poderosas alas, nos levanto hasta los cielos al encuentro del Padre. El Sagrario del Santísimo, situado en la capilla pequeña, es muy original. Es un despliegue de mapa-mundi en el cual están marcados por un punto rojo Jerusalén, Roma ­y España.

D. Enrique y Tarancón, Cardenal por aquel tiem­po, no pudo intervenir en la celebración eucarística ­de la inauguración por encontrarse aquellos días en Santiago de Compostela, con motivo del fallecimien­to del Cardenal Quiroga y Palacios. En su lugar presidió la ceremonia el Vicario General Monseñor Ricardo Blanco. Estuvieron presentes el Padre Gene­ral Barnabita Giovanni Bernasconi, p. Luigi Lavelli (Provincial del Piamonte), Elpidio Caspani y Antonio Cozzi, ambos genoveses, p. Alfonso Cárfora, p. San­tiago Bonvicini y los PP. Contricciani, Scotti y Truffi.


Comienzo de las obras de la Parroquia

Aquel día, la iglesia se veía espléndida, radiante. La ceremonia duró algo más de una hora con una asistencia muy numerosa de feligreses que siguieron la celebración incluso desde puertas afuera. Des­pués, todos los religiosos y sacerdotes junto con el p José Mª Iruela de Cuatro Vientos, almorzaron en el Colegio de las Hermanas Blancas.

Después de la inauguración de la iglesia, queda­ba otro problema por resolver: la casa parroquial de los padres. Ellos vivían en un piso de la calle Fray José de Cerdeiriña, cercano al templo. Vendieron el piso y con la ayuda económica de personas amigas se pudo construir la casa, siguiendo el mismo estilo de construcción del arquitecto Femando Lapayesse.

La valla que delimita la propiedad de la iglesia, tuvo   sus   desa­venencias. Algunas no­ches se turnaban en vela observando desde la ventana de la casa hacia el ferrocarril militar, porque "algunos" des­hacían lo construido en el día. Llegó por fin a construirse totalmente y todos quedamos tran­quilos".

Costó "un riñón" conseguir la licencia de obras por parte del Ayuntamiento y "en­contrar" el dinero (975.000ptas.) a obra terminada, pero con la ayuda de todos se pudo hacer frente al pago de la misma.

Luego empezaron afanosamente todas las obras de relleno, porque el sótano se encontraba hueco y los reducidos despachos no eran suficientes para las actividades parroquiales, allí había una mezcla de juicio universal: niños que corrían, madres con pe­queños en brazos, novios, mujeres y ancianos con sus problemas... y balones que a patada limpia entraban por las ventanas, en fin, todo lo impensable en­traba en esa olla.

Utilizar todos los espacios que estaban si­tuados debajo del por-che de la iglesia, de la capilla y construir des­pachos para ordenar el "tráfico" y poder tener un lugar de reuniones y catequesis fue una..obra de hormigas pero al mis­mo tiempo de libera­ción.

La parroquia ofre­cía una gran riqueza. La gente había venido de toda España. Sólo algunos eran madrileños; los demás habían venido de dife­rentes provincias como Extremadura, Andalucía, Galicia y nuestras dos Castillas.

Otro elemento preponderante en la parroquia, fueron los matrimonios jóvenes. Recién casados, vi­viendo en el barrio, surgió de ellos un maravilloso florecimiento de vida y de participación comunita­ria. En poco tiempo, la parroquia, se vio "envuelta en pañales".


Viaje a Florencia

En el transcurrir del tiempo, la parroquia fue creciendo en "edad, saber y gobierno ; en e poca no muy lejana, aproximadamente sobre los años 80, el número de catequistas llegó a superar las 100 perso­nas y las actividades se ampliaron a otros campos en los que los comprometidos colaboradores trabajaron para niños, jóvenes, enfermos y necesitados material y espiritualmente.

Los ancianos se vieron también favorecidos por un club que funcionaba en principio en la misma casa de los padres, con un ambiente familiar y acogedor. Posteriormente, se habilitaría un local en la propia parroquia para que con más autonomía funcionara el citado club.

La parroquia siempre ha tenido una inquietud "viajera". Lourdes, Jerusalén, Italia, Fátima, Centro-Europa; y en España, Santiago, Santo Toribio de Liébana y muchos más lugares han sido motivo de recreo y enriquecimiento cultural de los feligreses.

Por otro lado las convivencias de cualquier grupo parroquial así como las Eucaristías (con cena in­cluida) de fin de curso o muchas veces cuando a la gente le apetece, porque "todo esto" une mucho, no ha dejado de proliferar. ¡Benditas Eucaristías, Conviven­cias y cenas de confraternidad!

También en el aspecto musical podemos decir que desde el inicio el p. Carlos ya amenizaba las misas cantando y acompañándose de un nuevo y reluciente armonium. Al poco tiempo, un grupo de adultos cantaba ya a su alrededor. Más tarde con el p. José se formó el primer conjunto musical y posterior­mente el primer coro de niños que han venido cola­borando en todo tipo de ceremonias religiosas. Ac­tualmente, estos grupos continúan en la parroquia con una constante renovación y participación.

¡Y la vida sigue!, y los feligreses de Parque Europa, Santa Margarita y Cuatro Vientos continúan ayudando, profundizando en la fe, evangelizando y tratand6 de dar testimonio de un estilo de vida cristiano, como siempre ha sido en estos veinticinco años.












































                   
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